El recibidor es lo primero que vemos al entrar en una vivienda por lo que es de suma importancia su estética. Aunque no es considerada una estancia como tal, porque no permanecemos en esta zona de paso (aunque veremos propuestas en las que sí se invita a disfrutarlo un rato sentados), es importante que sea una prolongación del resto del interiorismo.

Dado que es la carta de presentación de nuestro hogar y no siempre sabemos potenciar el espacio, hemos consultado con Àngels Ricart, de Interiorismo Parellades (www.finquesparellades.com) para que nos asesore. Comienza aconsejando que resulta vital que el recibidor sea un espacio bien organizado y sin interferencias de paso, que facilite la entrada y la salida de la vivienda, así como que disponga de mobiliario para colgar los abrigos (siempre que sea posible) y algún elemento donde dejar las llaves y la correspondencia.

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Para sacar el máximo partido al recibidor, se tendrán que planificar bien los metros disponibles distribuyendo las piezas de mobiliario y los complementos (espejos, lámparas, consolas, colgadores, etc.) respetando el espacio de paso y la(s) puerta(s) que exista(n) en el mismo. “Una vez está bien organizado el espacio podremos decorarlo con un mueble principal, como un armario, una consola o un aparador, y complementarlo con algún espejo acorde (nos ayudará a multiplicar la luz y la sensación de amplitud, aparte de permitir  darnos el último vistazo antes de salir de casa), un perchero o, por ejemplo, una vistosa composición de cuadros”, explica la interiorista.

Por tal de no entorpecer el paso, en la entrada de la propuesta de Decowood, de planta muy estrecha, los elementos son mínimos: el espejo alto Walls, apoyado en el suelo, y un colgador en el que poner chaquetas o cestitas para la correspondencia o, como se hace aquí, flores secas.

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Como hemos dicho anteriormente, el ambiente del recibidor tiene que ser una prolongación de la decoración del resto de la vivienda. Los recursos fáciles que Àngels propone para conseguirlo es repetir la gama cromática de las paredes y el estilo de mobiliario. Ello bastará para integrar y coordinar bien el recibidor.

En la propuesta, una entrada de aire mediterráneo diseñada por Interiorismo Parellades, que cuenta con un banco para poder descalzarse cómodamente.

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Al entrar o salir de una vivienda siempre repetimos las mismas rutinas: dejar las llaves, la correspondencia, ponerse o quitarse un abrigo, mirarse al espejo… por lo que no deberían faltar: un complemento (cajón, cuenco o bandeja) para dejar llaves o correspondencia, llamados en muchos casos 'vacíabolsillos' o ‘pongotodo’; un armario o un mueble para albergar abrigos, paraguas, sombreros, bolsos, calzado; ni la pieza estrella de los recibidores, un espejo.

En esta vivienda reformada por Tinda’s Project se colocan una ligera consola y una lámpara de sobremesa, de La Forma. Mientras que el 'vacíabolsillos' procede de Catalina House.

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Àngels considera que “si el espacio nos lo permite, un armario de cuerpo entero donde dejar abrigos, paraguas, sombreros y bolsos es lo ideal para tener todo a mano”. Este en acabado blanco y roble es el modelo Neo, de Bauhaus, con estantes abiertos, barra para colgar y un espacio de zapatero.

La alternativa en el caso de contar con una entrada de reducidas dimensiones es instalar una consola o un mueble con cajones o puertas que procure al menos una pequeña área de almacenaje.

En todo caso, hay que encontrar el equilibrio entre tener espacio para guardar y no abarrotar. En ese sentido, se puede optar por mobiliario de diseño ligero que no necesitan mucho espacio, como percheros, bancos con arcón, baúles o contenedores volados.  

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Cuando el espacio no nos permite incorporar apenas elementos, “bastará con pintar una pared en un tono más subido, forrarla con algún papel textil o incluso utilizando paneles de madera alistonado, que tan de moda están hoy en día”, sugiere Àngels. Con estas soluciones conseguiremos diferenciar y vestir el espacio sin interferir el paso.

Dando una dimensión 3D, la interiorista Anna Feced se decanta por revestir la pared con listones de madera y enfatizar esta estética solución con tiras Led en el techo.

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En un espacio (por lo general) reducido como el recibidor, un conjunto de cuadros, una escultura, un espejo con marco XL o un perchero con encanto, pueden ser suficientes para darle ese toque especial que lo diferencie del resto. Siempre bien iluminado para otorgar a las piezas el protagonismo que merecen.

En este estiloso recibidor el interiorista Erico Navazo incorpora una escultura de tamaño importante, una consola, lámparas de sobremesa, un jarrón y, realza todavía más el área con el papel pintado con motivo de plumas.

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A menudo no se presta la atención suficiente a la iluminación del recibidor, cuando en muchas ocasiones no está bañado por la luz natural. Habrá que cuidar que además de una luz general esta se complete con otra ambiental, por ejemplo, mediante apliques, lámparas de sobremesa sobre la consola o una tira de Led bajo un armario o en el techo.

En este recibidor, Dröm Living apuesta por focos empotrados a techo y, para rematar la iluminación, un aplique que baña de luz la acogedora área con banco y estantes.

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Cuando la vivienda cuenta con un espacio abierto a la entrada, una opción cada vez más extendida para que pueda ampliarse y ganar el luminosidad, necesitamos delimitar sin cortar demasiada las perspectivas. En esos casos se puede ‘separar’ con una pared acristalada (como vemos en la imagen en una reforma firmada por Natalia Zubizarreta), un mueble bajo, una estantería sin trasera que no llegue a techo o hasta un biombo, sugiere la interiorista.

En otras ocasiones, en lugar de marcar el paso con este tipo de piezas, se puede dejar la concepción abierta, pero distinguir el área creando un pequeño estar o rincón de lectura vestido con una alfombra. Es lo que ha hecho aquí Laura Ortín, quien además ha diseñado una estantería y un gabanero en maderas pau ferro y fresno que recuerdan a los tableros de ajedrez, pensados para que fueran el lugar idóneo para exponer libros y arte.

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