Para continuar y fortalecer la labor social que emprendió María Elena Moreno, el empresario Benjamín Rico Moreno inauguró la fundación que lleva el nombre de su madre, con ello materializa la generosidad y bondad que siempre la caracterizó.

Ayer y acompañado de sus hermanos y amigos, en emotiva ceremonia el empresario cortó el listón inaugural de las instalaciones de la Fundación María Elena Moreno, quién el 9 de febrero cumpliría 86 años.

En este evento los hermanos Rico Moreno donaron a la institución 450 contenedores de residuos, 48 controladores de voltaje, 80 purificadores de agua y 100 estudios de electrocardiograma en apoyo a la ciudadanía. Benjamín Rico manifestó que estas acciones se suman a las más de 50 calles pavimentadas en colonias y barrios de la bella airosa.

Al dirigirse a los presentes, Benjamín Rico refirió que la creación de la Fundación María Elena Moreno es una forma de continuar y fortalecer el legado de su madre; “dejaremos constancia de tu vida, dedicada a la solidaridad y generosidad con quienes más lo necesitan; todos los días realizaremos nuestro mejor esfuerzo para replicar tu ejemplo”, señaló emocionado.

La Fundación María Elena Moreno ha entregado en la capital hidalguense más de 25 mil despensas y apoyos alimentarios, así como material de construcción para la rehabilitación, reconstrucción de calles en los barrios y comunidades, luminarias, cámaras, apoyos funcionales y médicos, bonos económicos para la reactivación económica de los comercios y la impartición de cursos de capacitación que incentivan el autoempleo.

Asimismo y fortaleciendo la unión familiar y la consolidación de nuestras tradiciones, en el mes de diciembre la fundación organizó eventos navideños en distintas colonias y barrios de Pachuca. La Fundación María Elena Moreno se encuentra ubicada en el bulevar Minero, y sus puertas siempre estarán abiertas a las familias pachuqueñas que requieran apoyo social.

En esta oportunidad se recordaron varias acciones de María Elena Moreno: una vida de amor y entrega. María Elena Moreno nació el 9 de febrero de 1936 en el seno de un hogar minero en Pachuca, Hidalgo. Huérfana a los seis años junto con sus cuatro hermanos, al lado de su madre, María Elena atendía una pequeña recaudería que habían instalado en su hogar, sus hermanos trabajaban en las minas y realizaban otro tipo de trabajos.

Desde niña comenzó una vida de generosidad compromiso y entrega constante por los demás. A los 16 años, María Elena conoció a don Alfonso Rico en un baile en Santa Julia; él trabajaba en Oaxaca y sólo una vez cada seis meses visitaba Pachuca. Procreo el matrimonio nueve hijos: Lidia, Graciela, Virginia, Irma, Alfonso, Benjamín, Ángela, Juanita, Rubén, Francisco Alberto, Sylvia, Mario y Marco Antonio.

“Una madre trabajadora, estricta, apasionada, fuerte, generosa, bromista, leal, sencilla, visionaria, bailadora, honesta, conciliadora, agradecida, y amorosa con cada uno de sus hijas, hijos y su esposo don Alfonso Rico”, recuerdan sus familiares y vecinos.

Licenciada, como muchos la llamaban en la Central de Abastos de Pachuca, siempre fue una mujer dispuesta ayudar a quién lo requiriera, y como madre de nueve pequeños logró sacarlos adelante impulsándolos para que se convirtieran en profesionistas.

Fue María Elena una mujer siempre convencida de que con el estudio y el trabajo se podría vencer a la adversidad. “Y lo logró…”, subrayan emocionados sus hijas e hijos.

Su fortaleza y entusiasmo fueron huellas que plasmó en el camino de cada uno de ellos, y hoy con gran orgullo recuerdan los días que la acompañaban a la escuela Justo Sierra, donde María Elena culminó su primaria.

María Elena vivió con gran intensidad y armonizó su hogar con amor y siempre luchando por aquellos que más la necesitaban. Amor y bondad, así era María Elena Moreno, que hoy vive en cada uno de sus hijos e hijas; y que su cariño y generosidad perdura en las acciones que impulsa la Fundación María Elena Moreno, testimonio de una vida generosa, una vida fértil y fecunda.